Una vida de excesos

Mi nombre es…  que importa lo de menos es mi nombre, lo importante es la experiencia que he vivido a lo largo de mis 46 años…, en realidad mi infancia fue muy feliz con mis dos padres, el problema vino cuando cumplí 17 años, la edad en donde comenzaba a salir a fiestas a cotorrear, como dicen los jóvenes. 

Comencé pidiendo permiso a mis padres para no llegar a casa a dormir por estar en una pequeña reunión, esas pequeñas reuniones en donde uno va conociendo el alcohol, el cigarro, y otros vicios. Al principio aunque suene trillado, la verdad, solo fue un juego el querer lucir bien frente a los amigos, las chicas…, aunque después más que lucir bien ante los demás, le vas agarrando gusto a tomar y fumar. En esas pequeñas reuniones van saliendo personas de quién sabe dónde, las cuales puedo decir yo que eran gente muy educada…, ya que compartían del vicio que estuvieran consumiendo en ese momento… y uno como persona cortes y educada… como despreciar dicho ofrecimiento.
Así como lo oyen… probé vicios que ni siquiera pensaba que existían, esos vicios que se fuman, se inhalan, para que mencionar otros tantos…, total que un buen rato estuve así, entre lindas reuniones de cada ocho días, sin dormir por estar en el “guateque”. En fin… me la pasé cuatro años de mi vida en ese relajo…, a partir de los 21 años comencé a sólo fumar y tomar una copita, pero que les digo…, fumar fumaba media cajetilla al día y los viernes, sábados me aventaba dos…, y de las copitas pa que les digo si ni siquiera me acuerdo, pero de que eran varias, eran varias…

Esto que les digo nos es presunción ya que estos excesos me han pasado la factura durante mis 40 años en adelante, dolores aquí, dolores acá, si mis pulmones pudieran hablar… que no me dirían por maltratarlos de esa manera, porque hasta el día de hoy sigo fumando y aunque se que eso es dañino, todavía lo hago…, pero eso si me enorgullece decir que prontamente lo dejare…, la bebida poco a poco la he superado, pero ha dejado secuelas en mi cuerpo.

No me avergüenza compartir un poco de mi vida ni mucho menos me enorgullece, es mi vida y decidí vivirla así, no sé si es buena o mala pero creo que tal vez no fue la más adecuada, porque realmente ante mis ojos… el hubiera no existe.

Tú que estás siendo testigo de mi experiencia… reflexiona acerca de lo que quieres en un futuro no muy lejano.

Saludos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En lo personal me senti identificado con la reflexion, iba en caida libre, era tan suave la caida que no me puse a pensar en que el golpe seria fatal pero afortunadamente abri los ojos a tiempo y evite tocar fondo.. exelente aportacion :D

Anónimo dijo...

Me gustó la tematica que tomaron sobre las consecuencias de una vida de excesos, ya que como esta etapa abarca muchos años, pues es aqui donde comenzamos a pagar las cosecuencias, es un tema para reflexionar... att mariana vega

erika alejandra velez dijo...

es muy importante este, tema ya que muchos jovenes no poensamos en las consecuencias de nuestros actos ya que ahorita pues nuestro organismo aguanta pero, no siempre va estar bien se va desgastando hasta llevarnos a una enfermedad grave,q tal vez esto no lleve a la muerte, por q nadie sabe como morira, pero si purde ocasionar malestares.

Anónimo dijo...

Esta historía se ha de repetir millones de veces en toda la vida, es verdad que cuando somo jóvenes sentimos que tenemos mucho tiempo por delante como para reparar lo que pudieramos haber destruido, pero la mayoría de las ocasiones la destrucción no tiene remedio. Deseo de todo corazón que esta reflexión llegue al corazón de muchos chavos y asi logren evitar destruir lo que en LA ADULTEZ pudieran añorar. Oscar Velázquez un adulto muy divertido, nada arrepentido pero si un poco adolorido.

Adultez dijo...

Nos alegra haberlos llevado a la reflexión en torno al estilo de vida que cada uno de nosotros como jóvenes llevamos en estos momentos y como este podria pasar la factura en un futuro no muy lejano!!

agradecemos sus comentarios!

Saludos!!

Adultez dijo...

Oscar Velázquez

Es muy cierto, que como esta historia existen muchas otras, y si ahora no pensamos en cómo queremos vivir, tal vez el día de mañana no podremos reparar los daños...

Agradecemos su comentario...

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Saludos!!